MANEJO DE LA DESESCALADA
Partimos de la base de que nos encontramos en una situación mucho más alentadora de la que teníamos hace un tiempito en relación a la pandemia por el corona virus. A su vez, los residentes en Canarias podemos estar de enhorabuena, ya que la afectación ha sido mucho menor que en el resto del territorio nacional. Este dato es bueno reseñarlo, porque sin duda, va a darnos una idea menos dramatizadora del problema y por tanto, tiene su influencia a la hora de encarar la fase en la que nos encontramos en este momento y la vuelta a la tan famosa "nueva realidad".
Cuestiones que me gustaría reseñar:
1.- Es normal haber tenido miedo al contagio, porque era muy real; hoy día y según los datos, la presencia del virus es infinitamente menor.
2.- Por tanto, el miedo que nos ayudó en su momento y que fue adapativo para sobrevivir, hoy día no se justifica. Esto no quiere decir que bajemos la guardia en torno a la seguridad, pero el miedo no puede paralizarnos.
3.- El ser humano se acostumbra a todo y se ha demostrado durante el confinamiento; también nos adaptaremos a esta nueva vida, marcada por distancia, geles, mascarillas, etc, sin mayor problema.
4.- Hablamos de cambio de hábitos que pronto estarán incluidos en nuestro repertorio de conductas.
5.- Diferencia entre lo probable y lo posible; démosle bola al pensamiento probabilístico, porque es el que nos dicta la estadística y no a todo lo malo que nos puede pasar.
6.- El virus ya no está al acecho.
7.- Cuidar nuestro estilo hipocondríaco, y no focalizar nuestra atención en cualquier síntoma, que no significa nada.
8.- No catastrofizar nuestro pensamiento.