LLEGADA DE UN HERMANITO
Evidentemente nos referimos al nacimiento de un bebé en el seno de una familia donde ya hay algún otro niño. Por motivos didácticos, partiremos del supuesto de que el niño en cuestión es aún pequeñín, por lo que se pisa las necesidades con el recién nacido y es donde el escenario familiar se complica un poco. Pongamos que tiene entre 2 y 5 años. Decimos que el escenario se complica por la mala digestión que el niño/a suelen hacer de la nueva situación, en el sentido de que se le resta atención y disponibilidad por parte de los padres. Este hecho es entendible, ya que el bebé requiere de atención y cuidado las 24 horas. En el presente artículo, intentaremos dar pautas y consejos a padres que se encuentren viviendo este momento, ya que para ellos no es fácil manejar ciertas conductas del menor asociadas con el nacimiento: conductas disruptivas, desobediencia, conductas regresivas, etc.
En primer lugar, el niño se ve algo desplazado y no entiende lo que está pasando con sus padres. No entiende que se le haya relegado a un segundo plano por la llegada a la casa de "una personita nueva" y que por tanto, lo prefieran a él. Se hacen más demandantes de la atención paterna y al no recibirla en su totalidad, su conducta empeora.
PAUTAS Y RECOMENDACIONES:
- Entender que es normal el malestar y cambio de nuestro hijo mayor.
- Que aún siendo mayor que el recién nacido, sigue siendo muy pequeño y sigue teniendo 3 o 4 años; no se ha hecho mayor de repente.
- Darle información por anticipado de lo que va venir y de lo que ello representa en la dinámica familiar (explicación muy adaptada que el entienda).
- Hacerlo partícipe del momento del nacimiento.
- Involucrarlo en las tareas del bebé, haciéndolo sentir útil e importante.
- Entender que la demanda de atención es normal, no es peyorativa.
- Dedicarle tiempo a el solo y darle un extra de refuerzo (halagarlo por sus esfuerzos).
- Hacer cosas todos juntos.
- AYUDARLE A PASAR EL TRAGO