La doctrina psicológica a la que me adscribo hace predominar el pensamiento como el causante de la zozobra; por tanto, habrá un periodo de recogida de información de las distintas variables que inciden en el caso, que es la evaluación, y cuando tengamos claro el panorama y el diagnóstico, se procede a darle armas al paciente para ir venciendo sus malestares. Hablamos de un proceso a medio plazo, en el que se requiere la asistencia a consulta y el hacer trabajo en casa, de cara a ir progresando en el día a día; cambiamos aquellos pensamientos irracionales y abriremos ventanas de felicidad de forma simultánea. La temporalidad, al comienzo, debe ser semanal para luego dilatar en el tiempo.

No soy partidario de hacer pronósticos en este sentido, ya que depende de la prestación de cada uno; si digo,  que no debe extenderse mucho en el tiempo.

La más evidente es que el primero es médico, y por tanto tiene mejor formación en los aspectos biológicos de los trastornos o problemas psicológicos/psiquiátricos. De esta manera está habilitado para medicar, si lo creyera conveniente; el psicólogo, tiene formación acerca del por qué de la conducta y sentimientos del paciente, y lo que es más importante, formación a la hora de organizar la intervención de los problemas, con vistas a la superación de los mismos. Existen casos, donde conviene hacer terapia combinada, es decir, aquella donde participen los dos profesionales.

También depende de varios factores: diagnóstico, estresores en su vida, forma de ser del paciente, implicación en la terapia, competencia del profesional, etc. si el balance de los mismos es positivo, es probable que la terapia discurra por derroteros favorables de cara a optimizar el trabajo, y por tanto, a que la mejoría llegue en poco tiempo, hasta el alta final. Evidentemente hay que dejar muy claro el componente de confidencialidad de la terapia; nuestro código deontológico así lo indica; está terminantemente prohibido el sacar información de la consulta; representaría una falta muy grave.

Todo lo contrario, significa ser menos prejuicioso que las demás personas, que estando mal, no acuden; es importante, entre todos, desterrar el mito impuesto acerca del trabajo del psicólogo; es un profesional que , a través de sus conocimientos, nos ayuda a resolver nuestras dificultades psicológicas, cuando no nos bastamos por nosotros mismos.

no exactamente; tristeza excesiva es solo un síntoma dentro del trastorno depresivo; estar triste de vez en cuando no significa nada y es normal; depresión implica un abanico de síntomas mucho mayor y con más estancia en el tiempo.