SABOREA LA VIDA
Esto que se resume en dos o tres palabras debemos considerarlo de obligado cumplimiento, aunque sabemos que muchas veces lo fácil se convierte en lo más difícil. La vida está plagada de cosas buenas, pero también de algunas malas. Siendo más numerosas las primeras, las segundas suelen tomar el mando de las operaciones, y nos hacen sentir mal, cuando debería ser al contrario. Tenemos que resetear nuestra cabeza, para prestarle más atención a todo lo positivo que está a nuestro alrededor, buscar el más mínimo resquicio de felicidad y convertirlo en una auténtica fiesta personal.
Te invito a que te hagas tu propia encuesta acerca de como valoramos las cosas cotidianas y nimias que nos pasan cada día,y como actuamos ante ellas:
- ¿TE PERMITES DISFRUTAR DE UN CUMPLIDO?
- ¿TE DELEITA UNA BUENA COMIDA?
- ¿ERES PROPENSO A RESPIRAR EL AIRE FRESCO CUANDO TENGAS LA OPORTUNIDAD?
- ¿TE RÍES SONORAMENTE CUANDO ALGO TE HACE GRACIA?
- ¿TE PREMIAS POR AQUELLOS PEQUEÑOS LOGROS DIARIOS O LOS OBVIAS Y LO DAS COMO ALGO NORMAL?
Evidentemente esto es solo una muestra de todos las cosas con las que poder disfrutar.
Por otro lado el excesivo aferramiento a determinadas situaciones es un error en el que incurrimos de vez en cuando, ya que si algo falla o no se da, vamos a pagar una factura emocional. No poseemos tal poder o control sobre nuestro ambiente, así que mejor no esbozar la palabra NECESITO...
Abre la puerta y adéntrate en todo aquello que PUEDAS SABOREAR, por minúsculo que parezca. Cuando ya no esté presente, es que lo vas a echar de menos. Haz lo mismo con las cosas malas, no te resistas a ellas y deja que sigan su camino.