FALACIA DE LA PERFECCIÓN
Falacia, porque es una mentira ser perfecto/a en esta vida. Es un concepto que no le corresponde al ser humano, ya que estamos plagados de imperfecciones o fallos, y no por eso se nos resta una pizca de felicidad. Otra cosa bien diferente es que lo pretendamos ser, o lo que es peor, que lo NECESITEMOS, para sentirnos bien. Estamos poniendo como condición algo que por definición es imposible, para sentirnos bien. Estamos condenados al mayor de los fracasos.
Por ello el perfeccionista experimenta estrés y ansiedad al comprobar que sus objetivos rígidos no se cumplen a rajatabla. También se decepcionan con facilidad por tener expectativas irreales. Por ejemplo, una adolescente aspirará a tener un físico de top model, porque de esa manera cree que obtendrá la mayor de las satisfacciones, sin percatarse que top model hay 20 en el mundo, y que ella no está llamada a serlo. Vivirá en una angustia permanente al perseguir un imposible, y lo que es peor, estará pagando una factura emocional todos los días por no conseguirlo y por autoexigirse lo que no está en los escritos. NO se da cuenta de que hay otras múltiples vías para ser feliz, sin buscar objetivos utópicos. Solamente hace falta que se percate de nuestras vulnerabilidades y defectos y que los acepte, de igual manera que debe halagarse por sus fortalezas, que no perfecciones. La única ventaja que tiene el perfeccionismo es la dosis de esfuerzo que nos genera, pero son otras muchas, las contraindicaciones.