LA BONDAD HACIA UNO MISMO
"Cuando empiezas a contactar con tu corazón, empiezas a descubrir su inmensidad; empiezas a descubrir cuanto calor y delicadeza hay en su interior".
Esta cita ilustra a las claras la importancia que tiene abrirnos a nuestro corazón, de cara a alcanzar la verdadera compasión hacia uno mismo. BONDAD Y COMPASIÓN van de la mano y hacen posible el milagro de la felicidad y de sentirnos a gusto con nuestro ser. No hay otra fórmula por mucho que la busquemos, que nos garantice el resultado de la combinación antes mencionada.
En Occidente consideramos como aspecto prioritario de nuestra conducta el ser buenos amigos, familiares y vecinos, pero ¿Qué hay de nosotros? ¿SOMOS TAN AMABLES COMO DEBERÍAMOS SER? La respuesta es NO.
Nuestra cultura censura parcialmente el hecho de perdonarnos, abrazarnos, y consolarnos cuando algo no nos sale bien. Esto debe cambiar por nuestro bien, y depende exclusivamente de lo que hagamos por nosotros. No actuemos como un duro de las películas del Oeste y no sigamos dándole valor al hecho de mantener en silencio nuestro sufrimiento ¿Para qué? ¿Qué conseguimos con ello? Pues reforzar más la idea de que, siendo insensibles con nosotros, nos irá mejor, y esto es mentira. NO te juzgues tanto y acepta hasta donde puedas tus carencias. A partir de ahí, no te será tan complicado cargar con nuestras pequeñas miserias.