NECESIDAD DE SENTIRNOS INTEGRADOS
Es una obviedad que, viviendo entre seres humanos, tengamos la calificación psicológica de seres sociales. Estamos hechos para conectarnos y para interactuar constantemente entre nosotros. Pero en este artículo vamos a ir un poco más allá de la comunicación y de las relaciones interpersonales y nos adentraremos en la necesidad de conectarnos afectivamente, como condición indispensable para alcanzar todo nuestro potencial de crecimiento personal.
Hay suficientes investigaciones que avalan la idea de que si se da esta conexión, tendremos más posibilidad de ser personas sanas, tanto en el plano físico como psicológico. Lo contrario a esta característica nos conducirá al aislamiento y al malestar psicológico, reflejado en miedos, ansiedad y depresión.
El sentirse conectados e integrados en el colectivo social, activa zonas en el cerebro que están implicadas en procesos tales como afrontamiento de problemas, protección ante enfermedades cardiovasculares y flexibilidad ante circunstancias adversas.
Es de vital importancia vigilar nuestro lenguaje interno, porque puede darse el caso de que, aún estando integrado en nuestra familia y amistades, nosotros percibamos aislamiento o soledad. Por ello debemos fomentar nuestro sentimiento de humanidad compartida y, de esta manera, suavizar nuestro sufrimiento puntual.