La psicología infantil ha experimentado una gran evolución en las últimas décadas; dentro de esta disciplina tan importante, y acompañando a todo lo que tiene que ver con la misma, se encaja la educación y crianza que tenemos la obligación de dar a nuestros hijos; somos de las primeras generaciones de padres en tener dicha obligación, ya que hoy si que existe un cuerpo de información y herramientas derivadas de la investigación, de la que disponemos para su correcta utilización. Nuestros antecesores no tuvieron esta oportunidad y se limitaron a dar amor y a resolver las distintas cuestiones  según los patrones aprendidos y a su intuición.

Cada vez va cobrando más importancia; no es que antes no la tuviera, es que en estas últimas décadas es cuando ha asomado la cabeza y se ha hecho más visible. No es fácil imaginarnos una sociedad desabastecida de psicólogos, por cuanto su participación se hace manifiesta en diferentes áreas de nuestro funcionamiento: la clínica, laboral, en el mundo del deporte, en los colegios, en peritajes de todo tipo, etc; por ello, decimos que se está haciendo cada vez más imprescindible. Otra cosa, es que le demos la importancia que tiene.