Es uno de los conceptos más importantes dentro de esta filosofía de vida a la que ya hemos hecho referencia con anterioridad, y que recibe el nombre de MINDFULNESS. Hablamos de atención o conciencia plena, desoyendo el ruido externo, que muchas veces interfiere en nuestra tanquilidad. Representa un trabajo de abstracción de lo que nos rodea y puede presentarse o representarse de muchas maneras. Nos viene muy bien para trabajar cualquier emocionalidad negativa o dolorosa.
Objetivo de todos, pero del que no somos totalmente conscientes. Estar a gusto con nosotros y querernos es la manera más directa de sentirnos bien, pero a veces nuestra programación pasada y nuestras limitaciones presentes nos lo impiden. Mi intención con este artículo es hacer un canto a la autoaceptación incondicional, sea cual sea nuestra dinámica con la vida. Todo puede cambiarse, mejorarse y hacer realidad nuestros sueños, si sabemos la manera de poder hacerlo. para ello, voy a esbozar una serie de aspectos que conviene considerar:
Con el dolor físico y emocional. Vamos a enfatizar en el presente artículo el primero, ya que está demostrado la influencia que la psicología tiene en el devenir del mismo. Cuando una persona es diagnosticada con respecto de una enfermedad física o médica, es que, efectivamente, padece algún problema de índole estructural, es decir, que nuestro cuerpo, tiene alguna fisura o lesión que nos produce malestar. No hablamos de invenciones ni de somatizaciones (eso lo trataremos más adelante). Hablamos de enfermedad, testada con pruebas diagnósticas, analíticas, etc.
Es incuestionable la influencia que las palabras tienen en nuestros estados emocionales. En este artículo, más que referirnos al efecto que tienen externamente, es decir, cuando las proferimos hacia el prójimo, vamos a centrarnos en la palabra interna.
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