Totalmente cierto. Existe un porcentaje de eventos y cosas que nos pasan, o nos pueden pasar, que dependen básicamente del azar. Sobre ellas no podemos hacer nada, más que conformarnos y aceptarlas de la mejor manera posible. Por lo tanto, debemos ser muy prácticos en este asunto y no ser falaz a la hora de negarnos ante esta realidad: ni somos insignificantes antes las cosas de la vida, ni poseemos superpoderes para controlar todo lo que nos pasa. Una vez más, el término medio es la mejor solución, por ser realista y por generarnos tranquilidad.
Fundamentalmente el de índole psicológico. Me estoy refiriendo a la aceptación sin críticas de lo que nos está ocurriendo en este momento, aunque conlleve ciertas dosis de dolor y malestar psicológico.Tenemos que ver las cosas tal cual ocurren, con el fin de dar la respuesta más eficaz posible. En este caso, también juega un papel decisivo la autocompasión, en lugar de la crítica corrosiva.
Objetivo claro del mindfulness: ¿Qué nos está diciendo nuestra conciencia en tiempo real?, "EL AQUÍ Y AHORA" de nuestra experiencia vital. No importa lo que estemos haciendo y hacia donde nos estemos dirigiendo, siempre ESTAMOS AQUÍ Y AHORA. Que fácil es decirlo y cuan difícil es su ejecución. En mi opinión esta conducta es una de las verdades fundamentales de la vida, es una especie de conciencia de la conciencia.
Es decir, cambiando mi voz crítica, aquella que me martillea constantemente y me hace peor de lo que realmente soy. Cuantas veces no nos habremos sentido mal, al escuchar una crítica externa acerca de nosotros, un comentario mezquino, o sencillamente cuando se nos intenta humillar. En esas situaciones no es verdad que le pedimos la peor de la plagas al autor de nuestro malestar o frustración, y estamos buscando revancha y venganza de manera compulsiva. Pues bien, ese no es el camino.
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